lunes, 24 de agosto de 2009


Luego de 50 años trabajando de sol a sol, era lógico que cuando mi abuela se jubilara perdería la razón. Antes de tres meses la pobre Tere ya no tenía memoria. Nos desconocía a todos, hasta a su cuerpo, ahora llagado y de esfínteres rebeldes.

Lo que sigue es lógico: la abuela en estado vegetal, a cuidados intermitentes de sus hijas. El departamento de Eugenia se volvió gris, en la espera lenta de una muerte en silencio.

Hasta que un día el vecino de arriba salió con demasiada prisa y dejó abierto el grifo. El techo no soportó el peso del agua y se desplomó sobre la anciana, que manchaba el último pañal de su vida. La lógica, a veces, también pierde la memoria.

Ruy Feben

2 comentarios:

  1. esto me latio!
    C=

    saludos!!! .. jajaja

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  2. La lógica, si pierde la memoría...

    ¿Tú eres "Luna"? Me intriga no saber quién me firma :| pero eso tengo por hacer publico el blog XD...

    Otra vez en la escuela... y te comentaré que en un príncipio "ignoré olímpicamente" a aquél... pero después no pude más y cedí... pero mi ceder, me llevo a poner un punto final (:

    No lo odio, sencillamente ya no importa... Fue como cuando juntas muchos puntos y se pasa la promoción... entonces, ya no importa (:

    Buen día.

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