lunes, 1 de febrero de 2010

La llamada.


La noche había sido muy larga y muy oscura.
Quería oír tu voz.
Que tus dulces palabras
me trajeran un poco de calma.
Que el cariño que sentías por mí viajara por teléfono
hacia mi corazón maltrecho y derrotado.
Quería oír tu voz y oí la de tu amante.


Luis Alberto de Cuenca.

Imagen: Susana y la muerte. Josephine Sacabo

3 comentarios:

  1. Yo habría reído con rabia en lugar de completar el llanto que se anunciaba...je

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  2. Yo para empezar no hubiera buscado refugio en lugares inadecuados como lo es un ser humano. :|

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