sábado, 7 de enero de 2012

El absurdo. A

-El problema es tu negligente ser.
-Si yo estuviera en tu lugar me entendería.
-Si esto lo hubieras mostrado desde el inicio de esta hecatombe no estaríamos teniendo esta absurda conversación en este momento. Te toca.
-Qué beneficioso, entonces. Ya perdiste.
-Ya gané.
-Demasiado orgullosa.
-Demasiado negligente. Sencillamente no puedes venir a suponer que me encanta ser espectadora de esta obra de la nada. Te toca.
-Eres una niña. Además te sientas a ver cómo sobreviven las burbujas. Estás demasiado consentida, y eso es trampa, no me dijiste que se podía hacer eso.
-Claro que te lo expliqué, pero nunca pones atención.
-Yo siempre pongo atención.
-Bueno, pero nunca entiendes, mismo resultado, más justificado, más patético.
-Ya no voy a jugar contigo, haces trampa.
-Niña.
-Tú más.
-¿Ves?
-Además ya se te perdieron las fichitas, y convenientemente son menos las mías.

No hay comentarios:

Publicar un comentario