martes, 29 de junio de 2010

3-5 IL

Todo esto me parece increíble, increíble y absurdo, sobre todo cuando lo pienso. Es, sin embargo, demasiado obvio, completamente claro cuando puedo hacer a un lado mi cabeza y mis preocupaciones, y entonces siento que no podría ser de otra manera, ni desearía que lo fuera. Me hastiaban tus rumbos, detesto los bancos, pero siempre quería que fuera tu voz desde tu ventanilla la que dijera “Adelante” y que fueran tus ojos los que me vieran acercándome, o que al menos fuera mi destino la ventanilla de junto, para vernos de reojo, insistente y ansiosa pero discretamente.

A diferencia de muchas personas me encantaba tener que hacer más de cinco movimientos, y me encantaba más que te tardaras. Recuerdo que me decías riendo que me odiabas porque atraía las filas largas, como si las trajera conmigo. No sé si realmente tenían alguna cosa bancaria que hacer o sólo iban a verte, como yo. Definitivamente detesto los bancos, detesto tener que visitarlos, pero cuando visitarlo se volvió sinónimo de visitarte, la verdad es que simplemente no quería salir de ahí.




Usdii agradece a I. P. S. por agilizar el proceso de entrega de esta entrada a Ror.

1 comentario: