Lo conocí un día, o dos. Resulta que con esto de la vida uno conoce mucha gente que llega a ser importante en ella, y a otros que hubiera sido mejor no conocer aunque importantes, y otros que ni importantes ni nice to meet you.
Ah, y pues se llamaba Pedro. Sí, se llamaba, porque ya murió.
Lo conocí en una tarde, o día, que llovía pero a la vez no. Con canciones y letras que la gente normal lee y escucha cuando en casa quiere llover [sin olvidar la taza de café]. A mi me gustaba porque era parte de la gente que considero normal, que no es la misma a la que tú consideras normal. A mi me gustabas por normal.
Se sentaba bajo el árbol cuyas hojas reflejaban tres colores cada que lo acariciaba el sol. Con su cabello castaño y esa sonrisa inolvidable hacía que los tres colores pasaran a segundo término para mi, hasta que eras tú quien después reflejaba tres colores. Mis favoritos, por cierto.
Yo no hacia más que fingir que me concentraba en algo más, fingía que no pensaba en ti; tal vez así lograría por fin no pensar en algo que no fueras tú, pero en realidad siempre llegaba a pensar en algo más.
Dudo que hayamos aprendido algo de nosotros juntos o por separado, en realidad nunca fuimos nosotros juntos de ninguna forma y a ningún lado, pero lo imaginé muchas veces, y se imaginaba bonito. Tal vez sólo me hiciste reafirmar que son malos los prejuicios, nunca supe si te prejuzgué. Ojalá te hubiera llegado a conocer, a realmente conocer.
El tiempo ha pasado; un par de días, un par de semanas, o un par de meses quizás serán. No sé si te llegue a extrañar, no sé si te llegue a pensar, no estoy segura de que algún día te llegue a conocer.
No sé, quizás sólo te imaginé.
Quizás nos imaginamos mutuamente.
Ah, y pues se llamaba Pedro. Sí, se llamaba, porque ya murió.
Lo conocí en una tarde, o día, que llovía pero a la vez no. Con canciones y letras que la gente normal lee y escucha cuando en casa quiere llover [sin olvidar la taza de café]. A mi me gustaba porque era parte de la gente que considero normal, que no es la misma a la que tú consideras normal. A mi me gustabas por normal.
Se sentaba bajo el árbol cuyas hojas reflejaban tres colores cada que lo acariciaba el sol. Con su cabello castaño y esa sonrisa inolvidable hacía que los tres colores pasaran a segundo término para mi, hasta que eras tú quien después reflejaba tres colores. Mis favoritos, por cierto.
Yo no hacia más que fingir que me concentraba en algo más, fingía que no pensaba en ti; tal vez así lograría por fin no pensar en algo que no fueras tú, pero en realidad siempre llegaba a pensar en algo más.
Dudo que hayamos aprendido algo de nosotros juntos o por separado, en realidad nunca fuimos nosotros juntos de ninguna forma y a ningún lado, pero lo imaginé muchas veces, y se imaginaba bonito. Tal vez sólo me hiciste reafirmar que son malos los prejuicios, nunca supe si te prejuzgué. Ojalá te hubiera llegado a conocer, a realmente conocer.
El tiempo ha pasado; un par de días, un par de semanas, o un par de meses quizás serán. No sé si te llegue a extrañar, no sé si te llegue a pensar, no estoy segura de que algún día te llegue a conocer.
No sé, quizás sólo te imaginé.
Quizás nos imaginamos mutuamente.
Esto me recuerda a .... bueno ya sabes, digo quien mejor los sabra, que la que lo escribio XD
ResponderEliminar-En hora buena, que vuelve a estar activo el blog =)
Que cool que has vuelto a escribir. Ya se extrañaba. Bonito día
ResponderEliminar"en realidad nunca fuimos nosotros juntos de ninguna forma y a ningún lado, pero lo imaginé muchas veces, y se imaginaba bonito"...me gusta esto, me gusta eso de "y se imaginaba bonito". Sabes que disfruto tu forma de narrar las cosas...una vez más leo tu aire de inocencia y ansiedad... :)
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